jueves, 25 de octubre de 2007

¡POR FÍN SOY UNIVERSITARIO!


¡Por fin soy universitario!


MARÍA FERNÁNDEZ. 16.10.2007 - 05:32h

Por mucha diversión que prometa la facultad, la adaptación no es tan fácil como parece. (Luis Frutos)
Por mucha diversión que prometa la facultad, la adaptación no es tan fácil como parece.
La paciencia y el esfuerzo son claves para adaptarte al campus con éxito.


El paso del instituto a la facultad crea un cúmulo de sensaciones paradójicas: nos consideramos más libres, pero tenemos una mayor responsabilidad; desaparece la presión de ingresar en los estudios deseados, pero llega la ansiedad por responder con los mismos resultados en algo mucho más complicado; tenemos tristeza por lo que dejamos atrás e ilusión por comenzar una nueva etapa.



LAS CLAVES


Autoexigencia.- No podemos pretender controlar todo los primeros días. Es normal perderse en clase, no enterarse de que han puesto fotocopias en reprografía, no entender determinados contenidos... Si eres de los que se sabían hasta los puntos y las comas en el instituto, hazte a la idea de que aquí no podrás memorizar la larga lista de bibliografía ‘imprescindible’. Estudia entendiendo las cosas y asegúrate de que sabes más o menos de todo.
Asistencia.- Es fundamental que acudas a clase, sobre todo las primeras semanas. Es entonces cuando se explica cómo van a ser los exámenes, el método de calificación, los trabajos que hay que presentar... El desconocimiento de cualquier detalle puede echar todo tu trabajo por la borda. Además, es el momento de conocer a los compañeros. Si llegas tarde, puede que los grupitos ya estén hechos y te cueste más trabajo entablar relaciones sociales.
Planificación.- Hay tiempo para todo. Ni estudiar es tu única ocupación en la universidad ni tiene por qué ser una juerga constante. No llenes tu cabeza de cosas por hacer, porque despilfarrarás todo el tiempo pensando en lo que te queda. Es indispensable tener una agenda para organizarse y tener a mano las fechas importantes. Trata de hacer las cosas con antelación suficiente; pueden llevarte más tiempo del calculado, y en el caso de que al final te sobre, será un gran desahogo.
Compañerismo.- No es necesario romper con el pasado, pero sí ser consciente de que comienza una nueva etapa. No es bueno refugiarse en la nostalgia, sobre todo si se cambia de provincia. Ello impediría disfrutar de las cosas nuevas y tener la cabeza en su sitio. Ahora dependes de ti mismo y de los compañeros de clase. Ayúdales en lo que necesiten. A ti no te perjudica y puede que más tarde los necesites tú a ellos.
Confianza.- No caigas en el error de las comparaciones. Necesitar más tiempo de estudio no significa estar menos capacitado; todo depende del objetivo, de la concentración, del nivel de exigencia de cada uno... Lo importante es el resultado. Atender en clase te ahorrará la mitad de trabajo en casa. Y en cuanto tengas la oportunidad de hacer prácticas, no lo dudes. Lo agradecerás sobre todo a la hora de buscar trabajo.


EN PRIMER CURSO


Carlos Diz. Medicina en la Complutense


"Si te enteras, bien; si no, te buscas la vida"


"El cambio más radical ha sido el trato de los profesores. En el colegio era mucho más cercano: te dictaban, te lo repetían y, además, te daban fotocopias. En la facultad, si te enteras, bien; si no, a buscarse la vida. Pensé que por hacer Medicina iba a estar todo lleno de frikis, pero nada de eso, los compañeros son supermajos. Lo que más me gusta es el ambientillo universitario: gente nueva, fiestas en las facultades... es otro rollo".


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